lunes, 1 de diciembre de 2014

“HEBRAS DE UNA HOGUERA” de Maria Jesus Fuentes Por: Domingo Nofuentes Hernández

El pasado día 25 de noviembre, como es sabido, se celebró el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, lo que entre otras cosas, dio origen a multitud de manifestaciones y concentraciones en diferentes ciudades del planeta. Afortunadamente, con los tiempos algo hemos avanzado y ya no es un delito que permanezca invisible, como lo ha sido durante siglos; al fin se ha logrado que al menos se produzca un unánime rechazo colectivo hacia tan infame conducta. Sin embargo, en gran medida, sigue estando oculto, soterrado, al abrigo de arcaicos convencionalismos y prejuicios sociales, y más aun si nos adentramos en determinados ámbitos étnicos o culturales.
Continua siendo, por tanto, indispensable que la sociedad persista y siga movilizándose, comprometiéndose en la lucha contra esta inmensa crueldad que sólo causa dolor, miedo y muerte en las familias que lo sufren. Y como individuos, hemos de hacer otro tanto y ser conscientes de que nuestra obligación moral solo pasa por el inexcusable deber de aportar cada uno su grano de arena, para de ese modo, ir fijando un peldaño más en el camino hacia la concienciación, y avanzar sin concesiones en la definitiva erradicación de esta lacra.
Con ese impulso, los miembros del CLUB DE LECTURA de la BIBLIOTECA PUBLICA DEL ESTADO “ADOLFO SUAREZ”, nos reunimos como suele, pero en esta ocasión para comentar el libro de nuestra admirada y querida escritora ceutí María Jesús Fuentes, “Hebras de una hoguera” (Ed. Cuadernos del Laberinto), en el que trata sin ambages el tema de la violencia de género. Tuvimos además la oportunidad de contar con la inestimable presencia de la autora, que nos ofreció su punto de vista y nos ayudó a desgranar el contenido de su obra.
En “Hebras de una hoguera”, la autora logra meterse con maestría y franqueza en la piel de una mujer que empieza a padecer el maltrato por parte de su pareja, y como desgraciadamente aun suele ocurrir, ha de hacer frente, no solo a sus propios temores y aflicciones, sino también a la incomprensión de sus familiares y amigas. El título, según nos confesó María Jesús Fuentes, se debe a una frase de Virginia Wolf, una de sus escritoras favoritas, que en su libro “Las Olas” compara un amanecer con las hebras de una hoguera (“ las hebras de una hoguera se fundieron en un resplandor”), estableciendo así un simbolismo muy eficaz con el despertar hacia el que evoluciona la protagonista.
Tras el primoroso Prefacio, a cargo del poeta Jorge de Arco, y nada más empezar su lectura, nos damos de bruces con el primer verso, una frase impregnada de tanta verdad que resulta toda una declaración de intenciones; “Nunca pensé que me pasaría a mí”, asume la protagonista, haciendo suyo un pensamiento que a buen seguro han tenido en alguna ocasión la mayoría de las víctimas, y dejando entrever que esta violencia ejercida sobre la mujer no entiende de clases sociales.
Emplea la autora un método novedoso y certero para asomarnos a la piel de la protagonista; el poemario esta escrito en primera persona, entrelazando poemas con textos en prosa, en estrecha relación con sus diferentes estados de ánimo, y adoptando la forma de un diario, lo que favorece el tono íntimo, sincero y conmovedor que predomina en la obra. Va urdiendo así, página a página, un hilo conductor que lleva al lector de la mano por las distintas etapas que sufre en sus propias carnes nuestra heroina; atisbamos a través de sus ojos, con un realismo sincero y crudo en ocasiones, ese círculo vicioso y trágico de agresiones psicológicas y verbales que invariablemente anteceden al inicio de la violencia física, advirtiendo al mismo tiempo las estrategias de las que se sirve la mujer para eludir y minimizar los daños, un coctel tóxico que va ingiriendo poco a poco y en que se mezclan la incredulidad, la sorpresa inicial, la duda, la culpabilidad y el miedo.
En ese diario, en el transcurso de los once meses en que acompañamos por su tortuosa montaña rusa particular a la protagonista, la tensión va en aumento , alternándose las fases de violencia atroz con las de culpa y remordimiento, pasando por la más árida resignación, hasta que comenzamos a atisbar leves destellos de esperanza que convergen al fin en la única decisión posible; desterrar el miedo, luchar, sobreponerse y huir.
Utiliza, asimismo la autora, con la precisión propia de un cirujano, un verso tenso, honesto y valiente, armado con un vocabulario cercano, a menudo trufado de coloquialismos ([…]me hizo sentir como una colilla a la que pisotear”), y donde palabras como “alimaña”, “soledad”, “telaraña” y “futuro incierto”, cobran un significado propio.
En los últimos versos podemos ser testigos de cómo la protagonista, finalmente y para alivio del lector, logra librarse de su pesada mochila de dolor y miedo, ese “lastre innecesario” que la somete, y emprende su marcha con un “bolso mágico” repleto de anhelos y esperanza, intuyendo de una vez por todas que sin libertad no hay destino.

Decidida, orgullosa/ saboreando el horizonte/ dispuesta/ a luchar/ que vida tengo/ para que vivamos.”

Como la misma editorial reseña, esta obra “quiere y puede ser mucho más: un punto de apoyo para quienes se ahogan en el sentimiento culpabilidad inculcado por la comodidad ajena; un respaldo afectuoso para quienes han perdido la fe en sí y una palmada alentadora que denote que se puede romper con todo y salir adelante, además de un reconocimiento a quienes, en el anonimato, dedican, altruistamente, su tiempo a ayudar y a encontrar soluciones”.

Es , por encima de todo, un libro que invita a reflexionar, a sentir, que transita por multitud de cuestiones (¿el arrepentimiento del maltratador es sincero o solo se trata de una pose, una argucia para continuar en su bárbaro empeño y aumentar sus coacciones? …), indagando en los cánones socialmente establecidos, como el propio concepto del amor, y haciéndonos caer en la cuenta de que los auténticos enemigos de la mujer no son los hombres, sino la desigualdad y el machismo.

Pero como en cualquier pandemia, una vez se ha detectado el virus, ¿a qué esperamos para empezar a vacunar a toda la población?.





Ceuta, 28 de noviembre de 2014




No hay comentarios:

Publicar un comentario