lunes, 29 de octubre de 2018

Las hijas del Capitán de maría Dueñas. Domingo Nofuentes


LAS HIJAS DEL CAPITAN” de María Dueñas.

Por: Domingo Nofuentes Hernández



La historia de las migraciones existe desde que el mundo es mundo. Aún hoy, en pleno siglo XXI, por desgracia, somos testigos a diario de lo contumaz e incesante de esos flujos migratorios. España, por su parte, también ha sido un país de emigrantes. No hace demasiados años, millones de compatriotas, se embarcaron en el arduo afán de cruzar océanos y fronteras para empezar de nuevo en un lugar al que eran del todo ajenos. Actualmente, nuestro país, ha cambiado tanto que a veces incluso nos cuesta reconocernos en la mirada de esos otros, los que ahora llegan a nuestra tierra con idéntico anhelo y las mismas historias a cuestas. Pero si en algo se parecen todas esas historias, si en algo convergen, es en los sentimientos de desarraigo, nostalgia y destierro que acarrea la búsqueda de una vida mejor en una nueva tierra de promisión.
Y de eso es precisamente de lo que nos habla María Dueñas en su última novela “Las hija del Capitán” (Ed. Planeta), la novela que se planteó discutir para este mes en el CLUB DE LECTURA de la Biblioteca Pública del Estado “Adolfo Suárez ”. En esta ocasión, los miembros del CLUB tuvimos el enorme privilegio de poder contar con la presencia de la escritora manchega que, con su voz cálida y cercana condición, permitió a los presentes poder adentrarnos en algunas de las muchas e interesantes cuestiones que plantea esta novela.
María Dueñas (Puertollano, 1964), para quien aún no conozca su obra y a modo de sucinta referencia podemos mencionar que es doctora en Filología Inglesa y tras dos décadas de vida dedicada a la enseñanza irrumpió en el mundo editorial en 2009 con “El tiempo entre costuras”, novela que se convirtió en todo un éxito de ventas. Con sus posteriores novelas, “Misión Olvido” (2012) y “La Templanza” (2015), María Dueñas a continuado siendo una de las autoras que más ejemplares ha vendido en todo el mundo (seis millones de ejemplares entre las tres novelas).

Con “Las hija del Capitán”, su cuarta novela, nos sitúa en esa épica cotidiana de aquellos emigrantes que se marcharon a la gran urbe que ya era Nueva York en los años treinta del siglo XX. Con su habitual prosa ágil y envolvente, nos traslada hasta el Nueva York del año 1936, donde un malagueño algo tarambana, llamado Emilio Arenas, harto de deambular por el mundo, abre una casa de comidas, “El Capitán”, en plena calle Catorce, epicentro de la extensa colonia española que por aquel entonces residía en la ciudad. A él se le unen su esposa y tres hijas, huyendo de un desahucio y del desangelado escenario de penurias y miseria que les ofrece Málaga. Una vez junta toda la familia en la ciudad de los rascacielos, tratarán de sacar adelante un negocio medio ruinoso, cuando la desgraciada muerte del padre, que sufre un accidente en el puerto, obligará a las mujeres a tomar las riendas del negocio mientras esperan la cobranza de una indemnización.
Las tres jóvenes, Mona, Luz y Victoria, “Las hijas del Capitán”, tratan entonces de reconvertir el negocio en una desesperada necesidad de subsistir en una urbe tan deslumbrante como hostil (…y hasta ahí puedo leer, no pretendo “destripar” la novela a quien aun no la haya leído). La acción transcurre en apenas seis meses pero en ese periplo incluye personajes reales como D. Alfonso de Borbón y Vetenberg (primogénito de Alfonso XIII y enfermo de hemofilia) , el músico Xavier Cugat, y el doctor Castroviejo ( afamado oftalmólogo riojano), entre otros.
Del mismo modo que en sus anteriores novelas, María Dueñas, ha escogido un escenario histórico, en este caso el fascinante Nueva York de los años treinta, para tratar temas tan actuales y universales como la emigración, la pobreza, o el abuso y el acoso hacia las mujeres como parte más vulnerable de la sociedad. Pero es sobre todo una novela donde los personajes femeninos crecen ante nuestros ojos; donde al principio encontramos a tres chicas timoratas, cohibidas y sobrepasadas por las circunstancias, después nos damos de bruces con tres mujeres solventes y luchadoras, capaces de soportar los golpes de la vida y de abrirse a nuevos caminos con coraje y dignidad.
Otro punto fuerte de la novela es su exquisita ambientación de la Calle 14, en Cherry Street, y de algunas zonas de Brooklyn, donde se entrecruzan las vidas de los personajes, lo que por otra parte, permite que la acción no decaiga en ningún momento.
Como contrapartida, y desde mi particular punto de vista, a pesar del protagonismo femenino coral del que hace gala, encuentro que algunos personajes secundarios no poseen la profundidad que deberían, y algunas escenas quizás puedan resultar demasiado previsibles y deslucidas a un lector más avezado.
Con todo es una magnifica novela que, a pesar de sus más de 600 páginas, resulta amena , y puedo dar fe de que ha cautivado no solo a sus lectores incondicionales, sino también a algunos de los miembros de este CLUB DE LECTURA.







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